Solo humo y lágrimas se conjugan en mi espacio. Las palabras se enmudecen y en medio de la desesperación no puedo gritar...
Las paredes sudan y en ellas, vagamente puedo ver las películas del pasado que intente esconder.
Estoy mareada ¿Qué es todo esto? Causa, efecto, contradicción. Nada definido.
Calló el reloj y quedó marcada la hora en que te fuiste. ¿Cuantas horas, cuantos días pasaron ya? Este puto delirio juega conmigo al azar. Juego a un número que ya está perdido. Nunca saldrá. Y tú, ¿por que no abres la puerta?
Miedo quizá...
A una hemorragia de por qué´s que te podrían esclavizar a llevar en la espalda la verdad.
miércoles, noviembre 03, 2004
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