domingo, noviembre 27, 2005

Sunday

Odio los domingos, y este más…
Estoy en casa, casi sola, debería comprar comida pero el jugo que tengo en el estómago no quiere ser acompañado. No hay ganas de comer.
Escucho Golosinas, el CD repite una y otra vez.
Una llamada que no debió hacerse. Una estupidez, para romper el hielo y dejar saber que todo está bien; pero, si ni siquiera me importaba…


♪ “Y con las luces del alba, antes que tu te despiertes, se hará ceniza el deseo, me marcharé para siempre, y cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas, no habre sabido por qué me he vuelto loco por nada”... ♪
El momento realmente depresivo del domingo es cuando empieza a caer el sol. Estaba acostumbrada a no

La noche promete ser mejor, pero no creo en las promesas pero todavia hay tiempo de salvarla...

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