Creaste una mujer de porcelana, perfecta, inocente,
protectora, fiel y amante.
Te firmaste en su piel como el artista.
La luciste, la expusiste... Y gritaste al mundo que ese producto
divino era tuyo.
Pero cuando despertaste y viste que tu mujer era una muñeca algo rota, malvada, desinteresada, infiel y amante de otros... te diste cuenta de que todo lo quieres lo transformas y lo haces perfecto.
2 comentarios:
la verdad es qe me encanta mucho tu blog y lo qe escribiss :)
Muchas Gracias!
;)
Publicar un comentario