El cumpleaños fue un intento de fiesta fallido, me quede la ¾ parte de la noche esperando a alguien que supuestamente quería estar conmigo toda la noche- valga el redoble- por quien cancelé la fiesta entre 15 de 17 amigos. Llego tarde y termine con una discusión diplomática, sentimientos confusos y doce mil lágrimas.
Lo bueno: Me di cuenta de que trate de llevar una relación con quien -antes de comenzar- me imaginaba que no funcionaria. Suerte que nunca es tarde…
Y bueno, eso fue al final del día. La mañana, muy de mujer, de compras con mi mejor amiga.
Esperar un año completo para ese hermoso regalo.
Suena raro pero ahora no podría sentirme mejor. Que rico estar sola.
Mil gracias a las adorables personas que me pasaron mails de felicitaciones, aprecio mucho el gesto.
domingo, febrero 12, 2006
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