Mira que no hay hora del té.
Nos pusimos viejos para cosas que soliamos hacer.
Se acabó el tiempo de crecer, de buscar, de aprender, de elegir y de ver.
No importa el brillo de la luna o si está caliente el sol cuando la pasion se vuelve opcional.
Y ahora qué, pregunta la rata... Mientras ve la TV con el gato Teté.
Correr o preocuparse para qué? Cuando estas tan seguro e inmutable, te has hecho socio de tus miedos.
Hagamos las maletas y marchémonos de aquí. Lo que no se trató quedara resumido en intentos fallidos. No será la ropa el equipaje, será las culpas, como siempre lo fué.
Mira que ya no hay tiempo para el té.
Se nos pasó la hora entre veremos y veré.
No aclaremos mas dudas que no entenderé.
Lo que quise no lo logré.
Lo que logré fuiste tú; aquien nunca pude acostumbrarme.
sábado, octubre 22, 2005
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