El día fue grosero conmigo... Difícil y seguramente inolvidable.
Me di cuenta hasta que punto puede llegar mi ira pero sobre todo a controlarla.
Podría matar, o no hacerlo.
A guardar respeto aun cuando no lo hacen conmigo.
Aprendí que a veces hay que recibir un golpe y limitarse a llorar. Bajar la guardia, perder el orgullo y seguir... Teniendo la razón.
Estoy muy muy triste. Hoy tuve ganas de devolverme, aunque el camino de regreso es mas largo, lo desee con fuerza. Pero hay que continuar por dignidad. Eso es.
martes, abril 24, 2007
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